La primera película de la Universal sobre este monstruo fue Frankenstein, de 1931. Se estrenó el mismo año que Drácula, y si al vampiro más famoso de todos los tiempos le dio vida Bela Lugosi, el monstruo de Frankenstein sería el personaje con el que se relacionaría para el resto de su carrera a Boris Karloff. Estamos ante una de las obras maestras del género de terror y de la historia del cine. Horror y drama se unen en esta increíble película. Está dirigida por James Whale y cuenta con un guion escrito por Garrett Fort y Francis Edward Faragoh, basado en la novela de Mary Shelley. La increíble fotografía de la cinta es obra de Arthur Edeson, y el reparto está formado, aparte del ya mencionado Boris Karloff, por Colin Clive, Mae Clarke, John Boles, Edward Van Sloan, Dwight Frye y Frederick Kerr. La película nos presenta al Doctor Henry Von Frankenstein, decidido a acometer un tenebroso experimento, construyendo un nuevo ser humano con fragmentos de diferentes cadáveres.
Frankenstein fue un éxito total, y como no podía ser menos, en 1935 llegó La Novia de Frankenstein, secuela también dirigida por James Whale, y tan excepcional como la primera. Esta vez, al monstruo de Frankenstein se le unirá una compañera también creada con fragmentos de cadáveres. El guion está escrito por John L. Balderston y William Hurlbut, y el director de fotografía es John J. Mescall. La banda sonora es obra de Franz Waxman. El reparto está formado esta vez por Boris Karloff, Colin Clive, Valerie Hobson, Elsa Lanchester, Ernest Thesiger, Dwight Frye y Walter Brennan. Fue nominada al Oscar al mejor sonido en 1935. En esta ocasión, al terror se le unen elementos humorísticos que combinan a la perfección, y que dan como resultado otra gran película y una más que digna secuela.
En 1939 se estrenaba Son of Frankenstein, traducido en España como La Sombra de Frankenstein. Tras la buena acogida de las dos primeras películas, Universal tenía muy claro que debía seguir explotando el gran éxito creado por James Whale, que no quiso saber nada de este nuevo film del monstruo. Esta vez, la cinta iba a ser dirigida por Rowland V. Lee, que ya había trabajado anteriormente en La Torre de Londres, estrenada también en 1939. En esta tercera película de la saga hay un distanciamiento argumental con sus predecesoras, puesto que prácticamente la totalidad de los personajes iniciales desaparecen, salvo el monstruo, evidentemente. Destaca en esta ocasión la excelente escenografía que no logra compensar un flojo guion que la aleja mucho de sus predecesoras. Como curiosidad, la presencia de Bela Lugosi interpretando a Igor. Karloff vuelve a dar vida de nuevo al monstruo por última vez, puesto que consideró que la historia ya no daba para más.
En 1942 llegaba El Fantasma de Frankenstein, una nueva entrega de la saga, que ya iba dando claros síntomas de agotamiento. Lon Chaney Jr. sustituye a Boris Karloff interpretando al monstruo, y esto se nota, y mucho. Se echa mucho en falta la magia que le daba Karloff a su personaje. Chaney, por sus movimientos, parece un robot más que un monstruo, pero debemos quedarnos con este nombre, porque es el actor que interpretará a El Hombre Lobo, y cuyas películas comentaremos en una próxima entrada, en la tercera parte de este ciclo. El guion es obra de Scott Darling sobre una historia de Eric Taylor, y tiene numerosas incongruencias respecto a lo contado en películas anteriores. En cualquier caso, los poco más de 60 minutos de la cinta, bien merecen un visionado.
Dos años después, en 1944 llegaba House of Frankenstein, conocida en España como La Zíngara y los Monstruos. Es probablemente una de las películas más flojas que hizo Universal de todas las dedicadas a los monstruos. En esta ocasión, y como ya ocurriría en otras cintas, hay una mezcla de monstruos, con apariciones de Drácula, el Hombre Lobo, y cómo no podía ser menos, Frankenstein. Como curiosidad, comentar el regreso de Boris Karloff, pero no interpretando a Frankenstein, sino a un científico loco. La película se llega a hacer pesada, y eso que tiene una duración de tan solo 75 minutos. Su director, especialista en la serie B, Erle C. Kenton, probablemente tenga mucha culpa de esto, a pesar de contar con buenos guionistas como Curt Siodmark y Edward T. Lowe, que habían participado en notables producciones. En cualquier caso, la película tuvo éxito entre el público, y se hizo una segunda parte llamada House of Dracula, que ya comentamos en la entrada anterior dedicada a las películas del vampiro, y a la que podéis acceder pulsando aquí
En 1948 de nuevo aparecería en pantalla este cocktail de monstruos, entre los que se incluye Frankenstein, en la película Abbott and Costello Meet Frankenstein, que se tituló en España Abbott y Costello contra los fantasmas. El experimento de combinar a la pareja cómica más famosa del momento con los monstruos de la Universal no sale del todo mal, y da como resultado una película que tiene momentos realmente divertidos.
Próximamente Monstruos de la Universal (Parte 3): El Hombre Lobo.
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