Según Alejandro, la idea de traer el concurso a Twitch era la de llamar la atención de la gente más joven y adaptar el formato a los nuevos tiempos, combinando lo clásico con lo actual. Mi sensación es que no le ha quedado otra que hacerlo así, ante el rechazo de todas la televisiones en traer de vuelta al clásico concurso, teniendo en cuenta que necesita un alto presupuesto para lucir en todo su esplendor.
El 19 de octubre de 2023 fue la fecha elegida para emitir de nuevo el Un, Dos, Tres. Lamentablemente, y como era de esperar, la cosa no ha funcionado. La emisión comenzaba a las 19 horas con una especie de alfombra roja en la que se iba recibiendo a distintas personalidades, entre las que destacaban figuras muy importantes del Un, Dos, Tres de siempre como Mayra Gómez Kemp, Fedra Lorente, Lydia Bosch o Miriam Díaz Aroca, junto a otros que iban a participar en esta edición, sobre todo conocidos influencers. En un lado de la alfombra roja, un señor cortando un jamón del que iban comiendo todos los que pasaban por ahí. Si a eso le unes una hora de alfombra roja y una realización bastante caótica, en las que a veces había dos "entrevistadores" hablando a la vez, sin que se entendiese nada, la cosa no empezaba bien.
A las 20:00 horas comenzaba el concurso como tal, sin ningún tipo de cabecera, aunque sí bajando el presentador por las escaleras de unas gradas en las que no había más de 150 personas, y arropado por los azafatos y azafatas. TheGrefg daba inicio al programa presentando a las hermanas Hurtado que recuperaban sus personajes de Tacañonas, junto a un extraño Tacañón, interpretado por Míster Jägger, también vinculado al mundo del streaming. Lo primero que llama la atención es que el vestuario parecía comprado en cualquier chino, y el tal Jägger se limitaba a hacer extraños gruñidos y gestos con la cara. Todo muy raro.
Comenzaba la ronda de preguntas, que se convirtió en la parte más desastrosa del programa. Todos los concursantes eran influencers y el caos era tal que incluso hubo que repetir una tanda de preguntas. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que esta parte del programa es prácticamente imposible hacerla en directo sin ningún tipo de edición.
Se llegaba a la segunda parte del concurso, la eliminatoria. En el Un, Dos, Tres tradicional esta fase consistía en una única prueba física de unos tres minutos de duración en la que la pareja vencedora pasaba a la subasta, la última parte del programa. Alejandro Ibáñez debió tener la genial idea de convertir esta eliminatoria en el Gran Prix con varias e interminables pruebas seguidas. Demasiado largo y aburrido. Tan largo, que según avanzaba el programa se iban viendo sillas vacías entre el público. Lo nunca visto.
Por fin se llegaba a la subasta, que fue lo más decente del programa, aunque el daño ya estaba hecho, y esto no había quien lo levantara. TheGrefg hacía lo que podía para intentar sacar aquello adelante. Una actuación de Paquirrín en riguroso playback, y un humorista haciendo chistes soeces acompañados de tacos tanto del presentador como de los concursantes, hacían que seguir viendo el programa fuese todo un reto. Al final, el concurso terminaba después de nada menos que cuatro horas de duración, más otra hora de alfombra roja.
En fin, si el Un, Dos, Tres se tardaba una semana en grabar, era por algo, como ha quedado demostrado. Si a eso le unes que Alejandro Ibáñez no tiene ni una cuarta parte del talento que tenía su padre, el resultado es lo que lamentablemente hemos visto: un programa amateur, que parecía una reunión de amiguetes, con un exceso de patrocinadores que aparecían hasta en la ronda de preguntas, y con una duración totalmente exagerada. El pico de espectadores en directo no llegó en ningún momento a los 100.000, cayendo hasta los 60.000 según avanzaba el asunto.
Dudo mucho que haya un segundo programa, y visto lo visto, creo que sería lo mejor para un concurso que todos tenemos idealizado. El éxito del Gran Prix este verano (acaba de ser renovado para el año que viene) demuestra que si las cosas se hacen bien, el Un, Dos, Tres podría volver a tener cabida en la televisión, pero este tipo de chapuzas lo único que consiguen es desprestigiar un concurso que fue muy importante en la vida de muchos españoles. Si se animan a hacer un segundo programa, deberían optar por no hacerlo en directo.
Si después de todo lo dicho, todavía te has quedado con ganas de ver este nuevo Un, Dos, Tres, aquí lo tienes editado y reducido a poco más de dos horas y media. Ojo, hay gente a la que le ha gustado. Igual es tu caso.
Totalmente de acuerdo con tu análisis.
ResponderEliminarAñadiría también la falta de guion para los tacañones. Todo dejado a la improvisación. Ni siquiera un diálogo inicial de presentación. Los tacañones han sido siempre una parte negativa y rácana, pero, a la vez, entrañables. Y ese punto entrañable ha faltado. Por otra parte, Mr. Jagger estaba totalmente perdido y no sabía qué decir ni hacer. También he echado en falta que tuvieran su propio set diferenciado. En esa mesa parecían el jurado de un programa musical.
En cuanto a la ronda de preguntas, ni siquiera el presentador entendía bien la dinámica. Decía que no sabía si se podía repetir el ejemplo y en alguna ocasión incluso olvidó darlo. Sorprendente que ocurra algo así.
Por otra parte, siendo la subasta la parte más salvable, le faltó ritmo. En el "Un, dos, tres" clásico, había un ritmo frenético. Aún estaba casi leyendo la tarjeta el presentador y ya empezaba a bajar las escaleras el siguiente cómico.
Eché también en falta que la música de fondo hubiera estado más alta para "rellenar" los momentos de silencio. Parece que este punto lo han corregido en la edición del programa.
El "Un, dos, tres" siempre fue como una orquesta totalmente coordinada y dirigida a la perfección por Chicho, en la que cada instrumento tocaba en el momento justo y preciso. Este "Un, dos, tres" ha sido todo lo contrario: caos e improvisación.
Efectivamente, la sensación era que ni lo habían ensayado previamente. Si esto es todo lo que es capaz de hacer el hijo de Chicho, mejor que deje morir el concurso definitivamente. Supongo que con la edición en Youtube habrá quedado algo un poco más decente, porque lo del directo no tiene nombre.
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