El planteamiento inicial de La guerra del futuro es un planeta Tierra devastado por el cambio climático, con un aire contaminado que provoca incontables enfermedades. Para colmo, un meteorito se estrella, y de él surge una planta gigante que tiene la peculiaridad de limpiar el aire pero también de destruir a todo lo que se acerca a ella.
Lo cierto es que en los primeros minutos de la historia pensé que aquello iba a funcionar, pero poco a poco mi ánimo ha ido decayendo ante una película que me recordaba más a un videojuego con un mal y previsible guion. Han sido minutos y minutos de un grupo de soldados corriendo de aquí para allá y disparando a todo lo que se mueve. Si a eso le unes las malas interpretaciones de los actores (mención especial al de esa especie de parche en el ojo), algún momento ñoño, y unos efectos especiales que en muchas ocasiones cantan por soleares, y que también recuerdan a un videojuego, al final la cosa se va haciendo cuesta arriba.
Una película muy floja, en mi opinión. Por suerte, no llega a las dos horas, por lo que la agonía no ha durado demasiado. Yo no la recomiendo, desde luego, aunque me imagino que tendrá su público, como ocurre con todo.
- Puntuación Filmaffinity: 4,6
- Puntuación IMDB: 5,7
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