En las dos primeras temporadas de la serie podemos disfrutar de la pareja cómica que hacen Michael Douglas y Alan Arkin, con momentos realmente divertidos. Cada episodio tiene una duración aproximada de 30 minutos. La trama está centrada en la amistad de los dos protagonistas, y en mi opinión, es una de las mejores comedias que se pueden ver en Netflix.
Arkin es el perfecto cascarrabias, y tiene momentos desternillantes. Ha enviudado y se encuentra en la parte final de su vida, lo que hace que todo le traiga sin cuidado, diciendo y haciendo siempre lo que le apetece sin ningún tipo de filtro.
El Método Kominsky ha sido creada por Chuck Lorre, autor de series tan conocidas como Dos Hombres y Medio o la famosísima The Big Bang Theory. Aquí se dedica a hacer humor con dos amigos de toda la vida, y todo funciona a la perfección. Los protagonistas se ríen de sus propias miserias, como el tener un cáncer de próstata, una hija drogadicta o ser viudo o divorciado. Los diálogos siempre tienen mucha chispa, y la química entre los dos protagonistas es total. La interpretación de los dos es soberbia, llevando todo el peso de la comedia.
Por desgracia, Alan Arkin no participó en la tercera y última temporada con motivo de la pandemia mundial por covid. Probablemente esta última temporada se haya hecho únicamente para dar un cierre a esta magnífica serie. Se le echa de menos, desde luego, pero la participación de actores como Katherine Turner, interpretando a la ex mujer de Sandy, Sarah Baker como su hija, o Lisa Edelstein como la hija de Norman adicta a las pastillas, mantienen el listón muy alto, y le dan un cierre más que digno a la producción.
Disponible en Netflix. Muy recomendada.
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