El Teléfono: Este primer relato nos presenta a una mujer que vive sola, y que repentinamente comienza a recibir llamadas telefónicas amenazándola de muerte. Lo que en un principio parece una broma, pronto irá transformándose en algo más serio.
Los Wurdalak: La segunda historia comienza con un viajero que encuentra el cuerpo de una persona con un puñal clavado en la espalda. Más tarde, los habitantes de una escalofriante mansión le cuentan que esa misma noche se cumple el plazo para que el Señor regrese convertido en Wurdalak, un ser muerto en vida que se alimenta de sangre.
La gota de agua: Una anciana muere mientras intentaba comunicarse con el más allá. La persona que la atiende decide robarle el anillo. Pronto se arrepentirá...
La película claramente va de menos a más, con una primera historia que de terror tiene muy poco, y que más bien se trata de un relato de suspense.
La segunda historia, si bien mejora respecto a El Teléfono, se hace un poco larga. Destaca la presencia del gran Boris Karloff, en uno de sus últimos trabajos antes de su muerte. También realiza la introducción de la película y el epílogo.
La gota de agua es mi favorita. Desde un primer momento te mantiene en tensión, con una puesta en escena tétrica, y un aspecto de la difunta que produce escalofríos.
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